¿Estás seguro de que quieres subir tus facturas a la nube?
La inteligencia artificial y los servicios en la nube han transformado profundamente el día a día de muchas empresas, agilizando procesos que antes eran tediosos o manuales. Pero en el sector contable y financiero, donde la confidencialidad de los datos es crucial, estas herramientas deben usarse con extrema precaución. Subir datos sensibles a servidores externos puede comprometer más de lo que imaginas.
Un caso reciente que debería hacernos reflexionar es el cambio en los términos de uso de WeTransfer, la popular plataforma de envío de archivos. Desde el 15 de julio de 2025, su nueva cláusula 6.3 afirma lo siguiente:
«In order to allow us to operate, provide you with, and improve the Service and our technologies, we must obtain from you certain rights related to Content that is covered by intellectual property rights. You hereby grant us a royalty-free license to use your Content for the purposes of operating, developing, and improving the Service.»
Traducido en términos prácticos: si utilizas WeTransfer para enviar facturas, presupuestos, nóminas o cualquier otro documento que contenga información de tus clientes, estás cediendo a WeTransfer una licencia sin royalties, ilimitada en el tiempo, para usar esos contenidos. No importa si están protegidos por derechos de propiedad intelectual o contienen datos confidenciales: estás dando permiso para que los usen en el desarrollo de su tecnología. Y no puedes limitar ese uso ni revocar el permiso después.
Esto plantea un problema aún más profundo si entendemos el contexto actual de la inteligencia artificial: los modelos más avanzados ya se han “leído” prácticamente todo Internet. Los libros, las webs, los artículos, los foros, los blogs… ya forman parte de sus datos de entrenamiento. Eso significa que la mayor parte de los nuevos contenidos originales que puedan aportar valor real a esas IA no están en la red pública, sino en los documentos privados de personas y empresas: hojas de cálculo, informes, mensajes internos, e-mails, imágenes originales, contratos… o incluso facturas. Sí, incluso una factura o un albarán tiene valor para entrenar una IA, porque ofrece datos estructurados, contextuales, auténticos y con una semántica real que ayuda a los modelos a entender mejor el lenguaje y los procesos humanos.
Al mismo tiempo, nos enfrentamos a un problema silencioso pero cada vez más grave: Internet se está llenando a toda velocidad de contenido generado por otras IA. Blogs, imágenes, artículos de “opinión”, traducciones, vídeos, incluso comentarios de usuarios… todo generado automáticamente. Cuando una IA se entrena con contenido generado por otra IA, se produce un efecto de retroalimentación que degrada la calidad de la información: errores sutiles se replican, los matices desaparecen, las fuentes se vuelven difusas, y se pierde la conexión con la realidad. Por eso, los datos verdaderamente originales, aunque sean “poco glamurosos” como un lote de facturas escaneadas o un presupuesto en Excel, se están convirtiendo en auténtico oro para las grandes tecnológicas. Y no lo decimos por decir: lo que está en juego no es solo tu privacidad o la de tus clientes, sino el valor de tu contenido como insumo estratégico para el desarrollo de herramientas que otras empresas venderán después. En ese contexto, proteger tus datos no es solo una cuestión de cumplir la ley: es una forma de preservar el control sobre tu conocimiento y tu negocio.
Si por cualquier razón tienes que seguir usando WeTransfer, sube los archivos dentro de un fichero ZIP protegido con una contraseña «potente» para evitar que pueda ser fisgoneado y reproducido después.
El riesgo de usar inteligencias artificiales que no controlas
Este no es un caso aislado. Muchas herramientas que usamos a diario —desde asistentes virtuales hasta plataformas de traducción automática o edición de documentos— incorporan modelos de inteligencia artificial entrenados en la nube. Esas IA necesitan datos para mejorar, y para ello analizan el contenido que les proporcionas. Lo que subes podría acabar almacenado, anonimizado o no, en un servidor fuera de la Unión Europea. Eso supone una cesión de información difícil de rastrear y aún más difícil de auditar.
Cuando se trata de datos financieros, esto puede tener consecuencias legales graves. La normativa española y europea (como el RGPD) impone requisitos muy estrictos sobre el tratamiento de datos personales. Subir documentos de clientes a plataformas externas sin garantías de privacidad, control de acceso o localización de los servidores podría suponer un incumplimiento normativo y, en casos graves, sanciones.
En FacturaTech creemos en un enfoque local y seguro
En FacturaTech también usamos inteligencia artificial para ayudarte a conciliar facturas y albaranes, interpretar formatos complejos o automatizar procesos contables. Pero lo hacemos de una forma que respeta totalmente tu privacidad y la de tus clientes.
Nuestra solución está diseñada para funcionar sin necesidad de subir ningún dato a la nube. Utilizamos un motor de inteligencia artificial propio, que se instala localmente en el ordenador del cliente, y que procesa toda la información en el entorno cerrado de tu empresa. No usamos ChatGPT, ni ningún otro modelo alojado en servidores de terceros, ni transferimos información fuera de España o de la Unión Europea.
Con FacturaTech, tus datos no viajan, no se almacenan en servidores ajenos y no se usan para entrenar algoritmos de terceros. Tú mantienes el control total. Como debe ser.
